Se considera “resolución de un contrato de alquiler” cuando una de las partes decide dejar sin efecto el mismo cuando la otra incumple sus obligaciones.
En caso de incumplimiento de las obligaciones del contrato de alquiler, la parte que lo hubiera cumplido tendrá derecho a exigir el cumplimiento de la obligación o a promover la rescisión del contrato y la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.